Modelo Extractivista Aeroportuario y Turismo ¡Voces desde los pueblos!
agosto 11, 2022

Gobiernos y empresas promueven los aeropuertos como un símbolo de progreso y con promesas de «desarrollo». En realidad, la construcción de aeropuertos e infraestructuras asociadas expulsa a la población de sus tierras, destruye los medios de vida, saquea el agua y el suelo fértil y devasta los ecosistemas. A menudo los aeropuertos forman parte de un modelo económico extractivista y abren la puerta a más mega-proyectos como el desarrollo del turismo, un rastro de destrucción a la vez que explotan la tierra y a sus gentes.

Un panel coorganizado por Permanecer en la Tierra (Stay Grounded) en la Asemblea ciudana por la justicia climática de América Latina y El Caribe ¡Voces desde los pueblos! presentó graves ejemplos de este modelo de “desarrollo” en México y la República Dominicana. En su intervención Gabriela Vega Téllez, activista indígena mexicana (Permancer en la Tierra/ CPOOEM – Coordinadora de Pueblos y Organizaciones del Oriente del Estado de México en Defensa de la Tierra, el Agua y su Cultura) tocó las siguientes cuestiones ¿Cómo se conectan las experiencias en México con la situación en la República Dominicana y cuáles son las causas sistémicas subyacentes? ¿Qué cambios son necesarios en el turismo? Las visiones para un turismo diferente que presentó se desarrollaron en un grupo de trabajo internacional en la red Permancer en la Tierra (Stay Grounded) con compañeros de la República Dominicana, México, Nepal, España y Portugal, entre otros.

 

Aportación de Gabriela Vega Téllez (México) – Permancer en la Tierra / CPOOEM

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Mi nombre es Gabriela Vega Téllez, soy originaria de Texcoco en el Valle de México al centro del país e integrante de la Coordinadora de Pueblos y Organizaciones del Oriente del Estado de México en Defensa de la Tierra, el Agua y su Cultura, esfuerzo organizativo no partidista y anticapitalista miembro de Congreso Nacional Indígena y también -desde su fundación- de la Red Internacional Stay Grounded – “Permanecer en la Tierra”, vinculación que iniciara junto con nuestro compañero Heriberto Salas Amaccuya memoria, ejemplo de lucha y legado siguen guiando nuestros pasos y a quien recordamos a 2 años de su fallecimiento.

Desde la Cuenca del Valle de México saludo a los participantes y seguidores de la Asamblea Ciudadana por la Justicia Climática de América Latina y el Caribe y sus diferentes actividades, que como este panel titulado “El Modelo Extractivista Aeroportuario y Turismo”, se llevan a cabo y se trasmiten desde la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en la República Dominicana.

Expreso mi reconocimiento y profundo agradecimiento al compañero Dario Solano y a las organizaciones climáticas, ambientalistas y sociales de la República Dominicana que han hecho posible la realización de este evento con la participación de países hermanos de nuestro continente. Asimismo, hago patente nuestra solidaridad a la digna lucha de los compañerxs que defienden en la provincia de Pedernales, dados los planes gubernamentales subordinados al Capital para la construcción de un Nuevo Aeropuerto Internacional y el puerto marítimo de Cabo Rojo para la recepción de turismo masivo en cruceros, obras de infraestructura de servicio como hoteles, autopistas, proyectos inmobiliarios, etc, lo que por experiencia propia en el Anáhuac hoy llamado México sabemos que será en perjuicio de la Madre Naturaleza y de sus guardianes ancestrales los pueblos originarios y comunidades indígenas.

Y es que así funciona el Capitalismo, explota a los pobres para favorecer a los ricos, busca la Mercantilización de la Naturaleza y usa a los gobiernos como facilitadores de los megaproyectos, quienes para imponerlos, a su vez se valen de “leyes a modo”, Declaratorias o decretos, suplantación de autoridades tradicionales, fraudes agrarios, la infiltración de grupos de choque paramilitares, las fuerzas armadas y dirigentes de movimientos sociales que se corrompen para aspirar a beneficios o puestos en el gobierno para ellos o su familia; de ahí nuestra campaña para dejar claro que no tenemos representantes y que cada pueblo, comunidad, barrio, ejido o paraje, tiene voz propia.

Al escuchar hablar sobre la impresionante belleza de Pedernales-República Dominicana, sus innumerables recursos naturales, espectaculares playas de arena blanca, su gente buena y cultura, me vino a la mente cuando hace 50 años se inauguró el primer hotel en Cancún en el estado de Quintana Roo, al sur, en el caribe mexicano, con lo que México entró al mercado turístico internacional y unos quince años después logró una importante afluencia de turistas, lo que provocó un acelerado crecimiento poblacional y sobre-urbanización, requiriéndose cada vez más territorio en detrimento de la selva, de los manglares y los cenotes, la explotación de materiales de construcción, provocándose una drástica destrucción de la vegetación, contaminación, inseguridad y violencia, agudizándose también la bipolaridad entre el Quintana Roo rural e indígena maya de antigüedad milenaria al que se llegó a prohibir el acceso a las playas y a sus lugares sagrados, y el ámbito turístico-urbano de hace unas cuantas décadas. A todo ésto se suma la imposición de megaproyectos como el Tren mal llamado Mayadeclarado hace 2 días asunto de “seguridad nacional” para absurdamente reanudar las obras del tramo 5 y no respetar la suspensión definitiva ganada legalmente por comunidades y ONGs mediante amparos; y el Nuevo Aeropuerto Internacional de Tulum y su ciudad militar contigua, ya que en México la administración, seguridad y beneficio económico de los aeropuertos, puertos marítimos y ferrocarriles está en manos del ejército y la marina a través de empresas paraestatales creadas por el propio presidente de la república, para este fin.

Por otro lado, al norte del país y ante la indiferencia del Estado Mexicano, el pueblo indígena rarámuri en la zona conocida como Barrancas del Cobre de la Sierra Tarahumara en el estado de Chihuahua -de enorme riqueza natural, cultural e histórica- continúa enfrentando inseguridad, violencia, el despojo de sus tierras, el asesinato de defensores indígenas del medio ambiente, el desplazamiento forzado de familias y la imposición de un Nuevo Aeropuerto en la comunidad indígena de Creel, municipio de Bocoyna, misma que sigue sumida en la pobreza y careciendo de servicios básicos a pesar de haber sido declarada “Pueblo Mágico” para supuestamente mejorar la condición de vida de sus habitantes a través del turismo.

Y al centro, en el territorio de la Cuenca del Valle de México donde se encuentra la Zona Arqueológica de Teotihuacan que es uno de los sitios turísticos más visitados en el mundo; a los pueblos, comunidades y ejidos como el de Santa María Cuevas-Zumpango, el de San Pablo Tecalco, Tecámac, los de la región texcocana y hasta Xochimilco entre muchos otros, se nos pretende arrebatar el agua limpia y potable mediante la perforación de corredores de decenas de pozos profundos, para abastecer los millones de litros de agua que para su construcción, operación y mantenimiento necesitan los aeropuertos como el Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la Base Militar #1 Santa Lucía, su ciudad militar contigua y obras asociadas; ofreciendo a cambio para uso agrícola, la venta a los pueblos de las aguas tratadas del acuífero artificial del Valle del Mezquital que ha sido por décadas el receptor de las aguas negras de la Ciudad de México. Tengamos también presente que los aeropuertos requieren abastecerse de combustible mediante la introducción de gasoductos y que éstos y sus obras asociadas generan enormes cantidades de basura, razón por la cual la Zona Oriente del Estado de México y colindancias vienen enfrentando diversas luchas en contra de incineradoras, gigantescos basureros, tiraderos a cielo abierto que no cumplen con las normas sanitarias y que como en el caso de la defensa en Atitalaquia-Hidalgo, hace un mes le costó la vida al compañero ambientalista Jesús Bañuelos al haber sido atacados por un grupo armado en el plantón que mantenían para evitar el acceso de camiones y el vaciado de desechos en el socavón.

A pesar de haber sido cancelado el proyecto de construcción de un Nuevo Aeropuerto en la zona del lago de Texcoco, sus obras complementarias continúan, continúan, lo mismo que el interés por los negocios inmobiliarios de quienes como el Grupo Atlacomulco, el Grupo Hidalgo y el Grupo de Acción Política (GAP) adquirieron terrenos valiéndose de sus posiciones en el gobierno e información privilegiada, con engaños o amenazas de expropiación a ejidatarios a través de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA); o mediante el otorgamiento ilegal de tierras a cambio de favores político-electorales como en el caso del grupo de choque paramilitar priísta antorcha campesina. Y es que en opinión nuestra en México, no existen instituciones incorruptibles. Enfrentamos también una Declaratoria gubernamental de Área Natural Protegida de este año 2022 por 14,800 hectáreas, sobre el Decreto ya existente desde 1971 de Zona Federal para su protección y su no urbanización por 10,000 hectáreas, por lo que estamos entonces ante un despojo disfrazado de Área Natural Protegida (ANP) por 4,800 hectáreas, que además viene junto con un parque urbano y turístico mal llamado ecológico (PELT). Asimismo, por el reciente rediseño de rutas, en el espacio aéreo del Valle de México operan simultáneamente 3 aeropuertos internacionales y 1 aeropuerto nacional (Benito Juárez-CDMX, AIFA, Toluca y Atizapán-EDOMEX), con la contaminación del aire y por ruido y los riesgos de colisión de aviones y a la salud de los pobladores que esto conlleva y que abona negativamente al cambio climático.

Y es que los aeropuertos nunca vienen solos, son detonadores de la urbanización salvaje y sabemos que para haber logrado atraer las inversiones que presumen, los gobiernos deben antes haber otorgado permisos, firmado acuerdos y tratados que favorezcan el beneficio económico de los inversores y su capacidad de maniobra y minimicen sus riesgos en base a leyes laxas. Cuando escuchamos a las autoridades dominicanas hablar de la modalidad de inversión público-privada y de la creación del Fideicomiso por Pedernales en aras de la transparencia, viene a nuestra mente la noticia de la detección esta misma semana, del fraude millonario en el Fideicomiso de la zona turística de Nuevo Nayarit-México por unos mil millones de dólares, que es aproximadamente el monto inicial de inversión previsto por el gobierno dominicano para Pedernales y tenemos en cuenta el riesgo enorme de que en estos planes gubernamentales no se mencionen las crisis climática, energética, económica-inflacionaria y de escasez de alimentos, además de una nueva ola de la pandemia por COVID-19.

Se hace necesario retomar el rumbo y respetar el derecho de la gente a decidir sobre sus vidas y a seguir luchando por Otro Mundo Posible, un Mundo donde quepan muchos Mundos.

Posición del Grupo de Trabajo de Turismo y Aviación de Permancer en la Tierra (Stay Grounded)

Y ahora, con el encargo que es rotativo pero que se me confió para esta ocasión por el Grupo de Trabajo de “Turismo y Aviación” de la Red Internacional Stay Grounded – “Permanecer en la Tierra”, del que somos parte el compañero activista dominicano Dario Solano, la que les habla de México y compañerxs de Nepal, España y Portugal, entre otros, trasmitiré el siguiente posicionamiento, que es resultado de nuestro esfuerzo colectivo:

En el marco de nuestra participación en la Asamblea Ciudadana por la Justicia Climática de América Latina y el Caribe ¡Voces desde los Pueblos!

que en oposición y de forma paralela a la Semana del Clima de América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (LACCW) previa a la COP-27, se lleva a cabo del 18 al 22 de julio de este año 2022 en Santo Domingo, República Dominicana, sostenemos que si bien no somos anti-turismo ni buscamos la destrucción del turismo, conocemos el papel de la industria turística en la acumulación y la expansión del sistema capitalista en detrimento de las comunidades locales, los ecosistemas y el clima; su vinculación y dependencia de actividades inducidas no esenciales como la aviación y las consecuencias negativas del turismo de masas en el medio ambiente.

Del modelo extractivista aeroportuario derivan falsas soluciones ecológicas o “verdes” avaladas por la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el uso de agrocombustibles que conllevan la pérdida de la biodiversidad, el despojo de tierras y agua a los pueblos originarios, el desplazamiento forzado de comunidades indígenas y la destrucción de enormes extensiones de selva en territorios de África, América y Asia para el cultivo y obtención de insumos como el aceite de soja o soya, las grasas de la matanza de animales para carne de exportación, el aceite de pongamia y el aceite de palma, producción que amenaza a los ecosistemas nativos que son el hábitat de numerosas especies de aves y animales condenándolos a la extinción; o la compra de bonos de carbono por quienes son contaminadores a gran escala del sector empresarial, que creen poder “compensar” con dinero las grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) que producen sus negocios que contaminan la atmósfera del planeta y el aire que respiramos todos los seres vivos, para supuestamente sembrar árboles o apoyar proyectos sustentables, lo que en la mayoría de los casos termina en una mera simulación.

Las iniciativas, organizaciones y activistas que integramos la Red Internacional Stay Grounded – “Permanecer en la Tierra”, trabajamos coordinadamente en todo el mundo para impulsar un sistema de transporte justo y respetuoso con el medio ambiente, para promover alternativas a los aviones, una reducción rápida de los viajes en avión, en contra de la expansión de la aviación y de los proyectos de aeropuertos y para tener conciencia de lo que implica la decisión de volar. Asimismo, entendemos el turismo como una consecuencia natural del interés genuino entre pueblos y nos identificamos con quienes defienden ideas como la “prosperidad sin crecimiento” enfocada a la reducción del número de turistas, las distancias de viaje y su frecuencia, su consumo de recursos naturales, su contribución a la desigualdad y a la segregación social; la idea del “turismo lento o slow”, entendiéndose éste como el disfrute de viajar sin horarios, de una forma más relajada, alejada de la velocidad, de la vida frenética y de agendas llenas de quehaceres; y la idea de un “turismo reparador”.

Es necesario replantear el turismo no como actividad económica sino como actividad humana, espontánea, respetuosa de la Naturaleza, de los territorios y de los derechos, la cultura y la identidad de los pueblos originarios del mundo. Debe ser una prioridad organizar y practicar el turismo de forma y a escalas diferentes, sin infraestructuras turísticas ni dependencia del transporte aéreo, lo que es posible y quedó demostrado en la reciente pandemia.

Desde hace décadas, el modelo turístico que empresas transnacionales y gobiernos siguen vendiendo a las comunidades como alternativa de desarrollo, no ha cumplido sus promesas de mejorar la calidad de vida de las poblaciones ni de garantizarles acceso a la educación, a la salud y a una nutrición de calidad. Por el contrario, con la crisis del Covid-19 quedaron expuestas las vulnerabilidades de ese mismo modelo turístico que es controlado por tour-operadores y cadenas hoteleras que explotan a las personas y a sus territorios y que demuestran el peligro de depender del turismo para sostener la vida de nuestras comunidades. Es preciso que la crisis del Covid-19 nos sirva de aviso y nos alerte para poder enfrentar otras crisis como la Climática, con modelos alternativos de subsistencia que garanticen la autonomía de las comunidades y no dependan de la monocultura del turismo que a su vez es dependiente de la aviación, que es el modo de transporte más contaminante e injusto del planeta.

Desde esta Asamblea Ciudadana por la Justicia Climática de América Latina y el Caribe con sede en la República Dominicana, invitamos a los pueblos y comunidades a imaginar, planear y trabajar en modelos alternativos, y a rechazar el falso discurso de que el turismo trae progreso; y hacemos un llamado a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI-ICAO) y a la Organización Internacional del Turismo (OMT-MTO) dependientes de las Naciones Unidas, a los empresarios del Consejo Mundial de Viajes y Turismo y a los gobiernos del mundo a reconocer que la actividad humana está produciendo emisiones de gases de efecto invernadero en niveles récord, lo que ya se traduce en una alta contaminación atmosférica, un acelerado calentamiento del planeta, sequía y fenómenos naturales extremos, poniendo en riesgo la sobrevivencia humana y la vida en el planeta como la conocemos.

Tlazokamati miac,
¡Ometéotl!

Muchas gracias.
Thank you very much.

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Darío Solano hablando en el panel en Santo Domingo

Asamblea Ciudadana por la Justicia Climática de América Latina y el Caribe ¡Voces desde los Pueblos!

La Asamblea Ciudadana por la justicia climática tuvo lugar en Santo Domingo y en línea, en oposición y en paralelo a la Semana del Clima de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (LACCW) previa a la COP-27, del 18 al 22 de julio. El panel “Modelo Extractivista Aeroportuario y Turismo” tuvo lugar el 20 de julio en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en la República Dominicana, y pudo seguirse en línea a través de una transmisión en directo.

Panel Aeropuerto Modelo Extractivista Aeroportuario y Turismo
Más información sobre el panel aquí
Ponentes

Darío Solano (Dominican Republic) – Red Afrodescendiente de América Latina y el Caribe de Justicia Climática;
Gabriela Vega Tellez (Mexico) – Stay Grounded / Coordinadora de Pueblos y Organizaciones del Oriente del Estado de México en Defensa de la Tierra, el Agua y su Cultura;
Domingo Abreu (Dominican Republic) – Asamblea Nacional Ambiental.